Estamos en constante búsqueda de la felicidad porque desde pequeños se nos han inculcado que debe ser una de nuestras metas pero ¿realmente sabemos que es la felicidad?
Empezamos por definirla, según el diccionario, es un estado emocional que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada. Es una palabra fácil de pronunciar aunque difícil de alcanzar pero… ¿realmente puede definirse objetivamente un término tan subjetivo? Desde mi opinión no. Sabemos que el cerebro es el encargado de dirigir la actividad mental y es por eso que, en cierta medida, la felicidad depende de él. Aunque el bienestar y la felicidad son términos íntimos y personales sí podemos generalizar acerca de lo que experimenta nuestro cerebro cuando estamos felices: cuando el cerebro recibe estímulos placenteros, se produce dopamina que está relacionado con la capacidad de deseo y de placer. Un cerebro feliz un cerebro más creativo y productivo.
Si fuésemos por la calle preguntando a la gente qué es para ellos la felicidad, nos encontraríamos con respuestas muy diversas: un logro académico, una celebración, importante, la llegada de una suculenta cantidad de dinero o el triunfo del amor entre otros; pero si tras ello realizáramos las dos siguientes preguntas el planteamiento sería muy distinto; ¿y después de esto?; ¿cuánto crees que te duraría la felicidad?; muchos de los encuestados no sabrían responder.Es por eso por lo que considero que tan importante para ser feliz es el tener y alcanzar unos objetivos como el construir nuevos intereses y el saber salir lo más reforzado posible de situaciones negativas. Lo que nos produce mayor satisfacción es afrontar los desafíos que la vida nos pone en nuestro camino.
¿Cómo ser feliz?
La respuesta parece sencilla, haciendo lo que le gusta a cada uno, pero el problema lo encontramos en que quizás la sociedad en la que estamos no nos permite hacer lo que nos gustaría. A raíz de ello quiero hacer un inciso y quiero haceros reflexionar acerca de algo, ¿ser feliz es complicado verdad?
Y si además de ello ¿tuvieras una enfermedad que te hiciera más complejo adquirir esta sensación? este podría ser el caso de algunas de las personas con enfermedad mental, que en ocasiones tienen olvidado que es eso de la felicidad.
Desde nuestra asociación, ASAPME BAJO ARAGÓN, se trabaja para convertir la felicidad en una meta ya que conlleva además el quererse a sí mismo. Cuando uno está sumido en el sufrimiento olvida que es posible salir de ese estado de sufrimiento o al menos momentáneamente gracias a acciones tan cotidianas como relacionarse con otros, recuperar el amor propio y a disfrutar de los pequeños placeres de la vida como lo hacen con total normalidad las personas sin enfermedad mental. A través de nuestro trabajo en la asociación, podemos sentar las bases y orientar mediante acciones y actividades en la consecución de la felicidad pero no tiene sentido si la persona no se abre al exterior, por eso sé tú cómo ciudadano el que permita y facilite que esa persona pueda acceder y disfrutar de actividad comunitarias de las que tú también te beneficias y empieza a aceptar que la persona con enfermedad mental no debería limitar su actividad social por el mero hecho de sufrir una patología. Ya lo decía uno de los eslóganes de la Confederación de Salud Mental España “NO NOS CONFORMAMOS CON SER NORMALES, QUEREMOS SER FELICES”. Esta campaña defiende el derecho de la persona con un trastorno mental a buscar su propia felicidad y se potencia que para ello es necesario que la sociedad deje de estigmatizarlos por tener un mero diagnóstico médico.
Algunos consejos para alcanzarla felicidad
Visualiza tu día
¿Qué quieres hacer hoy? Piénsalo, seguro que hay cosas que deseas hacer y no has hecho por pereza. Plantea metas y persigue tus objetivos.
Quiérete mucho
Quieres que te quieran, quiérete tú primero. Acepta tus virtudes y tus defectos.
Crea hábitos saludables
No todo son pensamientos en la vida, invierte en aspectos físicos y haz ejercicio. Ejercita tu cuerpo y tu mente.
Escucha música
Pone música, relájate. Escucha las letras.
Regálate tiempo
Tomate cada día un tiempo para estar contigo mismo y para escuchar lo que tu cuerpo necesita decirte.
Rodéate de gente que te haga sentir bien
Cuida tus relaciones sociales y pasa tiempo con aquellos que quieres. Haz saber a la gente lo importante que es para ti y no tengas vergüenza en decir a alguien si lo echas de menos o si necesitas de su presencia de nuevo.
Sonríe
Al sonreír estas mandando a tu mente el mensaje de soy feliz predisponiendo el que se convierta en realidad.
Celebra tus logros
Si te ha costado conseguir algo, y si te has esforzado y finalmente lo consigues… Celébralo
Da, recibe y agradece
Compartir es un acto bonito con el que se demuestra a la otra persona que piensas en ella, la aprecias y la valoras.
Aún con todo esfuerzo, la felicidad no es eterna y se manifiesta en momentos, situaciones, etapas…pero es importante dar más relevancia a los momentos de alegría que a los de tristeza porque quizás de este modo disfrutaremos más de este viaje que es la vida. A pesar de todo, la realidad se hace demasiado dura en ocasiones y sólo nos queda recordar que ”la vida no es esperara que pase la tormenta sino aprender a bailar bajo la lluvia o que “para días grises, paraguas de colores”.
Almudena Balaguer, Terapeuta Ocupacional de ASAPME Bajo Aragón. Publicado en la revista Compromiso y Cultura en Junio de 2018.
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