Cuando llegamos todos los años al periodo estival en el que nos encontramos actualmente, muchos de nosotros nos habremos visto en la situación, infinidad de veces a lo largo de los fríos meses dejados atrás, de contar los días del calendario hasta llegar al “día especial”, el día en el que POR FIN ME IRE DE VACACIONES…sin embargo, de lo que no somos conscientes es que en el transcurso de esos días, de esos meses, hemos ido perdiendo el tiempo y la vida ya que en ningún momento nos hemos parado a valorar ni tener en cuenta los pequeños placeres y alegrías del día a día.

Puede que suene brusco pero es así, tenemos que tener muy presente que cada día es una nueva oportunidad de vida, es una nueva oportunidad para levantarnos y ser feliz, es otra oportunidad para hacer todo aquello que lamentaremos ,en el futuro, si no hemos hecho. El vivir cada día te da una nueva posibilidad para superar la pereza, la tristeza o el malestar.

Es muy beneficioso tanto para nosotros mismos como para los que nos rodean, que aprendamos a valorar el tiempo presente, por ello es importante que hagamos algunos cambios en nuestro día a día y así valorar el tiempo de una forma distinta; cambios como los siguientes:

Observación: Captar toda esa información que hay alrededor nuestro, ya sean calles, paisajes, personas, gestos… Toda esa información son inputs para nuestro cerebro. Además de “alimentar” nuestro cerebro, Se puede aprender mucho de qué necesitan las personas, de cómo se sienten o de lo que te pueden llegar a transmitir, observando sus gestos, sus miradas, en definitiva todo lo que no exprese su comunicación no verbal.

Propiocepción: Darle más importancia a cómo o qué sentimos en cada momento. Ya sea una respiración acelerada, unos hombros tensos o un rugido en la barriga. Intentar pensar qué es lo que nos puede hacer sentir así y dar alguna respuesta a esa necesidad (respirar profundamente, hacer un movimiento rotatorio de hombros, comer algo…). Cuantas veces mi pareja, que es Fisioterapeuta, me expresa su dificultad para trabajar con muchos de sus pacientes por la rigidez corporal que presentan y que le impide trabajar con ellos, él me cuenta que cuando les pide que se relajen para poder movilizarlos no son capaces…la mayoría de nosotros desconocemos nuestras sensaciones corporales, el sumergirnos en una vida acelerada ha hecho que nos hallamos olvidado de nosotros, de cómo estamos, de lo que sentimos, de cómo responde nuestro cuerpo ante lo que nos agrada o desagrada, lo que nos resulta placentero o por el contrario nos atemoriza…en definitiva muchos de nosotros no somos conscientes de cuando nuestro cuerpo esta tenso y no somos capaces de identificar que es aquello que nos hace poner nuestro cuerpo en tensión, por lo cual tampoco sabemos cuándo y como relajar nuestro cuerpo y así conseguir un mayor bienestar físico y mental…

Agradecimiento: Aunque tengamos días mejor que otros, los otros no se merecen que transmitamos esas “malas vibraciones”. Por lo tanto, sé agradecido e intenta ser agradable con los demás como te gustaría que fueran contigo. No sólo por ellos, sino por cómo te sentirás tú después de hacerlo. Sé cortés y sonríe más y verás que te sonríen más de lo que pensabas, si no es así, no te preocupes, ya que tus vibraciones y tu actitud serán mejores igualmente.

En resumen, hay que dedicar tiempo a todo aquello que nos haga felices, realizados o simplemente tranquilos y a gusto con nosotros mismos. Todas esas actividades que te hagan disfrutar de ese tiempo que les dedicas, a esas, en que no percibes el paso del tiempo y en que las que pasarías horas y días. Dedicale tiempo a esas personas que te hacen perder la noción del tiempo, al hablar de todo y al hablar de nada; Que te dan fuerza, ganas, ilusiones y experiencias.

En un motor cada pieza es importante, de la misma forma que los días lo son en el cómputo final de nuestra vida. Cuando soñamos con días buenos en el futuro, perdemos innumerables oportunidades de crear días felices en nuestro presente. Cuando ponemos fecha a la felicidad, asumimos que ésta no puede darse en el aquí y ahora y por ello no disfrutamos de los pequeños detalles y placeres del día a día. En definitiva, Un nuevo día es la oportunidad en miniatura para hacer de tu vida algo valioso. Por eso es importante que tomemos consciencia de poder hacer realidad un poco de nuestros sueños cada día, aunque solo sea una parte de él; Los sueños están para motivarnos en el día a día, no para olvidarnos de vivir nuestro presente.

 

No cuentes los días de tu vida, haz que los días cuenten

 

Marisol Moragrega

Psicóloga de ASAPME Bajo Aragón